Caminos de caracol atan mi cuerpo con delgados hilos que no sujetan al deseo desbocado que nace en tus labios; es un humedal mi cuerpo en el que anida tu ansia; un cinturón de saliva intenta sujetar la pasión que ya no se contiene, que crece hacia arriba, caliente ... buscando el frescor de tu beso detenido; en esas ataduras que ya no atan doy vueltas fingiendo salir de donde no quiero, me agito y ya no siento tus manos abrazando mis caderas, mi cuerpo se tensa, curvo, loco duro, buscando mas allá, en las alturas, desbordar y poner fin al tormento en el que se mezcla el te quiero con la soledad del déjame solo, no habiendo ya nada, ni tu, ni yo ... un cuerpo crecido en tus manos, en tu pelo, en tu boca